lunes, 17 de mayo de 2010

-Ángela- me despertó suavemente mi madre
- ¿si?- conteste casi durmiéndome otra vez
-será mejor que te vallas arreglando ya estamos llegando-
-¿Ya?- me levante, para poder sentarme observar el paisaje. Creí que había dormido toda la noche, el sueño se me había echo eterno. Pero sentía algo raro, si ya era de día ¿por que todavía no sentía ese resplandor leve en mi cara? ¿O tan siquiera rayos de luz iluminando el auto? Decidí investigar mirando por la ventana pero era igual, oscuridad y mas oscuridad, mire en mi muñeca el reloj, pero al parecer este presentaba defectos se había quedado parado exactamente en el lugar donde lo había mirado la ultima vez.
-¿mama?-
-¿si?-
-¿Cuánto tiempo dormí?-
-no lo se, pero creo que no fue mucho-
-¿Qué horas son?-
- Amm…- mama levanto su muñeca parra ver el reloj- Olvide cambiarle la batería, esta ya no sirve lo lamento tendrás que esperar a llegar a casa de la abuela-
La “Abuela”, se me había olvidado por completo a donde me dirigía. ¿Qué quería esta de nosotros? ¿A caso ahora se le arrebataron los sentimientos y ahora quiere reconciliarse con nosotros? Naah! No lo creo. Nuevamente me quedaba ida viendo por decirlo así “nada”, escuchando mis locos pensamientos, y mirando al cielo como amanecía lentamente, hasta que el sonido de las gotas lluvias cayendo sobre el auto me trajeron devuelta a tierra.
-Vez mamá eso es un designio, el destino no quiere que vallamos a allá-
Mama se giro para verme,- Aun que el mundo, el destino, la tierra o lo que sea, no quiera que vallamos al igual llegaremos-
-…y mira ya llegamos-
- y es otra lluviosa y fría mañana en Winter- dijo mi padre conduciendo al auto a los majestuosos jardines de la enorme casa, que ya reconocía.

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