domingo, 16 de mayo de 2010



-¿Podrías Bajar ya?, tenemos que hacer un viaje largo Ángela por favor baja –
-Listo - bajo la chica cabellos cafés y brillantes ojos verdes las escaleras colocándose torpemente el arete en su oreja.
-Ángela, por favor ¿desde cuando te pedí que estuvieras lista? Esto es muy importante y lo sabes-
-Lo se, lo se – bajo los últimos escalones para pararse al frente de la mujer – pero mira solo me suelto un poco esto y…- baje la cabeza para sacudirme mi cabello – Listo, ya quedo.
-Hermosa como siempre – contesto mi padre saliendo de la sala y entrando al vestíbulo en donde nos encontrábamos.
- tú te luces- lo examine de pies a cabeza -muy bien padre –
-¿Madre por que están importante esta cena? ¿Apropósito con quien vamos a cenar?-
- con tu abuela- mi madre tomo su bolso y chaqueta de las manos de mi padre que ya se encontraban estiradas y abrió la puerta, dejándome en shock.
-Esperen – Agarre mi saco y mi bolso sin olvidar a mi Mp3, y corrí cerrando la puerta tratando de alcanzar a mi madre que ya entraba al asiento de copiloto en el auto.
-¿Es enserio?- pregunte incrédula sentándome en el asiento trasero del auto.
-Totalmente-
-Pero, ella no nos quiere ver, ¿Qué le sucede? ¿Esta en problemas o necesita algo de nosotros? –
-No hables así de tu abuela Ángela- me corrigió mi padre encendiendo el auto
-Se que no te agrada, por como te trato al ultima vez, pero en esos momentos no entendía y deberías darle… - No la deje terminar
-¿Pretendes que le de una oportunidad a la mujer que llamo a una pequeña niña de 5 años la peor criatura que debió existir?-
-Ángela por favor te pido que te comportes, ademas eso fue hace ... ¿10, 11 años?-
-once para ser exactors y, Sabes que no lo hare-
-Arthur podrías-
-A ver Pequeña, la situación esta así o vas con nosotros y te comportas a la altura con tu abuela o te quedas con la tía Nancy – La Tía Nancy era la niñera que me cuidaba de pequeña, definiéndola en una palabra seria, "Terrible".
-Pero si ya tengo 15-
- Eso no eso un problema-contesto mi padre.
-Ahhs!- me resigne colocándome mis audífonos.En todo largo camino, trataba que mi vista se fijara en algún objeto, pero esto era imposible ya que lo oscuro de la noche hacía que solo se viera los suaves resplandores de los anuncios que se veía cada cuando pasábamos por un pueblo. Al transcurrir las horas la lucha entre el sueño y yo se debatía, hasta que finalmente este venció.

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